Internacional. En alrededor de 245.000 instalaciones en 2017 en España, la implementación de la biomasa como combustible de calefacción evitó la emisión de 3,85 millones de toneladas de dióxido de carbono, que se pueden comparar con lo que contaminan 2,6 millones de vehículos en un año.
Este informe fue realizado por el Observatorio de la Biomasa, que pertenece a la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), y que hace un estudio riguroso a la evolución de estas estufas y calderas.
El presidente de Avebiom, Javier Díaz, opinó al respecto que en España “podríamos avanzar mucho más rápidamente en el aprovechamiento de la biomasa que atesoran nuestros bosques, actividad que repercutiría muy directamente en la mejora de su conservación, generando empleo y riqueza, además de evitar incendios fortuitos o de facilitar las tareas de extinción, en el caso de que se produzcan”.
Para impulsar esta actividad, Avebiom reclama medidas concretas, sobre todo de carácter fiscal, como la rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), de carácter municipal, o la aplicación de un IVA reducido a la biomasa, como en otros países (Reino Unido (5 %), Bélgica y Luxemburgo (6 %), Alemania (7 %), Francia (10 %), Letonia (12 %), Austria (13 %), Irlanda (13,5 %) y República Checa (15 %).
En 2017, la potencia instalada aumentó en 1.106 megavatios, lo que ha hecho posible generar 1.245 kTEP (kilotoneladas equivalentes de petróleo), equiparable a un menor consumo de 1.470 millones de litros de gasóleo de calefacción, de acuerdo a Avebiom.
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