Internacional. Cada 26 de junio se conmemora el Día Mundial de la Refrigeración, una fecha que busca reconocer el papel fundamental que desempeña esta tecnología en la salud, la alimentación, el confort y la economía global, al tiempo que promueve prácticas sostenibles para enfrentar los desafíos ambientales actuales.
Instituida en 2019 con el respaldo de la ONU y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), esta efeméride destaca la necesidad de reducir el impacto ambiental de los sistemas de refrigeración, fomentar la innovación tecnológica y garantizar su acceso equitativo a nivel global.
Un pilar invisible pero indispensable
La refrigeración es un proceso termodinámico esencial en múltiples sectores: desde la conservación de alimentos y medicamentos hasta el confort térmico en viviendas, oficinas y espacios públicos. Su relevancia se extiende también a procesos industriales clave como la producción alimentaria y farmacéutica.
No obstante, muchos de los refrigerantes utilizados tradicionalmente tienen un impacto negativo en el medio ambiente, razón por la cual el sector avanza hacia soluciones más limpias y eficientes.
De acuerdo con datos de Intersam, al cierre de 2023 el mercado mundial de refrigeración alcanzó un valor de 168 mil millones de dólares, con proyecciones que estiman su crecimiento a casi 11 mil millones hacia 2030. En México, se espera que el mercado HVAC/R supere los 5 mil millones de dólares para 2026.
Una historia de evolución tecnológica
Desde sus orígenes en la prehistoria —cuando se usaban cuevas y nieve para conservar alimentos— hasta los avances del siglo XIX con la refrigeración por compresión de vapor, la industria ha evolucionado de forma vertiginosa. Hoy, tecnologías como los sistemas Inverter, la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT) marcan el rumbo hacia una refrigeración más inteligente y sustentable.
En América Latina, el mercado de la refrigeración industrial se estima en 200 millones de dólares, con una porción importante dedicada a la venta de compresores. Esta infraestructura resulta crucial para la seguridad alimentaria, especialmente ante el crecimiento de la demanda de productos congelados y cadenas de autoservicio.
Factores económicos y normativos han ralentizado la adopción de tecnologías más sostenibles en la región, aunque se observa un incremento en la conciencia ambiental y en la búsqueda de soluciones con bajo impacto climático.
Entre los principales desafíos de la industria se encuentran la eficiencia energética y la reducción de emisiones. Actualmente, cerca de 3.600 millones de sistemas HVAC están en funcionamiento en todo el mundo, pero solo una pequeña proporción cuenta con tecnología Inverter, que puede reducir el consumo eléctrico hasta en un 50%.
El impacto de los refrigerantes también es motivo de preocupación. Sustancias como los CFC y HCFC han sido reemplazadas gradualmente por opciones más seguras y con menor potencial de calentamiento global (GWP), como los HFO, el dióxido de carbono (CO₂) o el amoniaco (NH₃).
Este proceso de transición se enmarca dentro de acuerdos internacionales como el Protocolo de Montreal y su Enmienda de Kigali, que buscan eliminar gradualmente los refrigerantes más contaminantes.
Mirada al futuro: innovación y conciencia
Nuevas tecnologías como la refrigeración magnética y los sistemas inteligentes conectados abren oportunidades para mejorar el desempeño ambiental y económico del sector. Además, se requieren políticas públicas, regulación técnica y programas de formación que impulsen esta transformación.
La conmemoración del Día Mundial de la Refrigeración es también un llamado a la acción colectiva: gobiernos, empresas, técnicos y usuarios deben colaborar en la construcción de una industria más sostenible, resiliente e inclusiva.
A medida que la demanda de refrigeración aumenta en todo el mundo, particularmente en regiones como América Latina, resulta imprescindible fomentar la innovación y la educación como motores de cambio, con el objetivo de garantizar un futuro en el que la refrigeración siga siendo sinónimo de bienestar, salud y desarrollo.