En un principio se pensaba que los vehículos refrigerados sólo se pondrían al servicio del sector de alimentos: cárnicos, frutas y hortalizas. Los empresarios nunca se hubieran imaginado que estos automóviles serían parte vital en los procesos de otros mercados como el farmacéutico o el floricultor.
por: María Cecilia Hernández
Cuando de refrigeración de flores se trata todos los expertos coinciden en lo mismo y son enfáticos en afirmarlo: cada una de las etapas que componen el proceso de refrigeración de las flores son vitales, ninguna es menos importante que otra y romper esa cadena de frío es catastrófico para la calidad y para la vida útil de la flor.Recientemente pasó la exitosa temporada de San Valentín, tan fructífera para todos los actores de la industria: compradores, cultivadores, transportadores, aerolíneas cargueras, comerciantes y en especial para países como Colombia y Ecuador, principales exportadores de flores, y para Estados Unidos, el más importante comprador de este producto.
Precisamente quisimos profundizar en un tema que supone una de las etapas críticas durante la etapa de poscosecha de la flor: la del transporte del producto hasta su llegada al usuario final. ¿Cómo mantener la cadena de frío durante la etapa de traslado de la flor? ¿Cuáles son los errores que se cometen en esta parte del proceso con mayor frecuencia y cómo corregirlos?
Tal y como lo explica Elkin Acevedo, consultor en electricidad, electrónica y refrigeración para diversas empresas floricultoras de Colombia, el procedimiento previo a la llegada de la flor hasta el vehículo refrigerado también es vital.
“Cuando la flor sale del campo, entra a una sala de poscosecha; allí debe recibir un proceso de hidratación con agua y luego pasa al cuarto frío, una cabina hermética diseñada especialmente para conservar la temperatura y la humedad de las flores. Estos lugares están equipados con controladores que se programan dependiendo de la variedad de la flor. Una cosecha de flores no debe pasar en ese cuarto más de ocho días. Una vez que son solicitadas por el cliente se empacan en sus respectivas cajas y se les hace un proceso de pre frío a través de extractores de aire caliente; esta etapa se ejecuta en cabinas especiales ubicadas dentro del mismo cuarto frío. Luego se sellan a la espera de ser llevadas al transporte”, explica detalladamente Acevedo.
Embalaje cuidadoso
El tipo de caja que se usa para empacar las flores, el numero de flores por caja y la acomodación del producto son decisiones trascendentales para la calidad y la conservación del mismo. Las cajas se organizan por número de ramos, y las hay de diversas calidades, dependiendo de esta calidad se establece cuántas flores se pueden arrumar en una sola, pues algunos cartones no absorben apropiadamente la humedad de la flor, o no conservan el frío de manera adecuada si se sobre carga. Hay que evitar que el producto sufra.
Según Acevedo “hay que tener un cuidado especial en el almacenamiento, proteger las corrientes de aire y los espacios de ventilación que deben existir entre caja y caja, cada caja tiene una compuerta por ambos lados ésta debe estar abierta para que circule el aire, hay que verificar que las cavas estén bien diseñadas, dejar descansar esos cuartos fríos para que no se sobre utilicen y es muy importante hacer revisiones preventivas”.
Otras condiciones que dan cuenta de un buen almacenamiento tienen que ver con el diseño de la caja y los accesorios que solicitan, incluso hay que estar atentos a los requerimiento del cliente final.
“Las dimensiones de los empaques son relativas y dependen muchas veces de los requerimientos específicos de los clientes. En la generalidad de los casos son empaques de cartón en donde la flor se guarda según muchas condiciones, entre otras el orden de la flor, el ensunche de la caja, en ocasiones se solicitan capuchones para las flores o mallas para mantener la firmeza de la cabeza de la flor en caso de que la especie sea muy delicada, en fin, son muchos métodos y muchas condiciones especiales que hay que tener en cuenta. Lo que si es común es que el empaque sea de cartón corrugado”, comentó Ferdy Alfonso Alvarado – Coordinador administrativo e ingeniero agrónomo de Asocolflores.
Del cuarto frío a al vehículo
Según Elkin Acevedo “las flores deben salir de la cava a 2º centígrados de temperatura. Al llegar al camión no puede perder el frío. En su arribo al aeropuerto, que es a donde se lleva la mayor parte del cultivo de flores en nuestro país para ser exportadas, la temperatura del producto no puede ser mayor de 4º centígrados”.
Un termoking es un cuarto frío rodante; los más viejos funcionan con Freón 22 y los nuevos con Freón 134 que es el refrigerante ecológico.
“Un buen termoking es un carro que tenga un muy buen equipo, buena capacidad de carga, que permita que la temperatura baje rápido y que sus paredes sean lo suficientemente buenas como para aislar la temperatura externa. Es, además, el que mantiene la temperatura en el rango ideal entre 0.5 grados y 3 grados, menos o más son temperaturas desfavorables. Nunca se debe tocar el punto de congelación puesto que cuando esto ocurre el volumen del agua en la planta se aumenta y todas sus células llevan agua y la humedecen, la célula revienta y se pudre. Si se sube la temperatura el metabolismo de la planta aumenta y la flor se envejece. Esas son las condiciones ideales”, indica Wilson Mejía, jefe administrativo del Cultivo Sayonara, ubicado en el departamento de Atioquia en Colombia.
Mejía afirma además que un último factor que hace que un vehículo refrigerado sea verdaderamente bueno es el de la responsabilidad del conductor. Un buen termoking tiene un conductor responsable hasta el momento de la entrega en el aeropuerto.
El experto asegura que los errores que se cometen con mayor frecuencia en la etapa de transporte de la flor son, en su mayoría, humanos y por desconocimiento. “Se nos han presentado diversas situaciones, una de las más reiterativas es que los conductores llegan al aeropuerto y muchas veces no pueden ser atendidos inmediatamente, entonces deben esperar turno de descargue; ellos, con el objetivo de ahorrar combustible, apagan sus vehículos y con ello interrumpen el funcionamiento del equipo, suspenden la operación del cuarto frío, las temperaturas suben y en ese momento se interrumpe la cadena de frío”.
Esta opinión es compartida por Ferdy Alfonso Alvarado, de Asocolflores, quien comenta que en el mercado se han detectado puntos críticos y fallas en la conservación de la cadena de frío y por ello se han ido implementado algunas medidas que apuestan a corregir algunas malas prácticas. “Son errores que tienen que ver con la logística y la adecuación de los puntos de acopio de sistemas refrigerantes. Por lo general dentro de la finca o en la granja el tema de la protección de la cadena de frío está muy bien solucionado, pero el riesgo viene cuando la flor abandona la finca, hay que poner especial cuidado en el tratamiento que se le da al producto en poscosecha pues es más vulnerable y propensa a sufrir enfermedades”.
Por tierra y por aire
Al llegar al aeropuerto hay que evitar a toda costa que el producto permanezca más de 10 minutos por fuera de la cadena de frío, pues hay que tener en cuenta que la flor podría sufrir consecuencias irreparables, enfermedades, pérdida de vida útil y de calidad.
Igualmente, los aviones encargados de llevar la cosecha hasta el país consumidor deben cumplir unos requisitos mínimos. Para Daniel Palacio, administrador de carga de Tampa Cargo, un avión tiene que ser como mínimo carguero para poder cumplir con las normas que exige la Regulación Aeronáutica en temas de temperatura, que en términos técnicos y de mantenimiento deben cumplir los mismos requisitos que se exigen para las cargas por carretera.
Según Palacio, los errores que se cometen en el transporte aéreo refrigerado son casi nulos, “es un procedimiento sobre el cual se han tomado los controles necesarios para asegurar la calidad, sobre todo porque ya está regulado. Tal vez el único inconveniente que pueda presentarse es que no se tenga la capacidad instalada para atender la demanda”.
El funcionario de Tampa Cargo comenta que en este segmento la tecnología evoluciona todos los días, en temas de cadena de frío, de controladores de temperatura, paletizadas, etc. Y tal vez por esa razón se facilita entregar un buen servicio y garantizar el cuidado riguroso de la cadena de frío.
Uno de esos avances, indica Ferdy Alfonso Alvarado, es el frío forzado que consiste en inyectar aire a baja temperatura dentro de las cajas donde están empacadas las flores y con un equipo especial . Esto hace que la temperatura descienda mucho más rápido que si se dejara la caja quieta en el cuarto. Esto acelera el frío y la ventaja es la calidad y el mantenimiento de vida útil”.
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