Internacional. El auge de la inteligencia artificial está generando una presión sin precedentes sobre la infraestructura de centros de datos a nivel global. La creciente adopción de modelos como ChatGPT, Gemini y otros sistemas de IA generativa está provocando un incremento acelerado en la demanda energética, así como en la necesidad de soluciones térmicas más inteligentes y sostenibles.
Según una encuesta global realizada por Ciena y Censuwide, el 43 % de las nuevas instalaciones de centros de datos estarán enfocadas exclusivamente en cargas de trabajo de IA. Este cambio obedece a la exigencia de entrenamiento e inferencia de modelos, procesos que requieren un movimiento constante y masivo de datos, elevando significativamente el consumo energético.
En esa misma línea, el Instituto de Investigación de Energía Eléctrica (EPI) actualizó sus proyecciones y advirtió que los centros de datos —impulsados por la expansión de la IA— podrían consumir más del 9 % de toda la energía de Estados Unidos en los próximos años. Ante esta situación crítica, la industria tecnológica busca alternativas inmediatas. Entre ellas, el sistema de enfriamiento híbrido surge como una solución estratégica para reducir el impacto energético y ambiental.
“Este nivel de consumo proyectado nos obliga a replantear por completo la infraestructura térmica de los centros de datos”, afirma Fernando Campos, especialista en Energía en Trane México. Agregó que “el objetivo es enfriar con inteligencia, buscando un equilibrio real entre eficiencia energética y sustentabilidad ambiental”.
Los sistemas de enfriamiento por aire, ampliamente usados en décadas pasadas, comienzan a mostrar sus límites frente a la densidad térmica que generan los chips de IA de alto rendimiento. Según el Informe sobre el Estado de Centros de Datos 2025 de AFCOM, la densidad por rack se ha más que duplicado en cuatro años: pasó de 7 kW en 2021 a 16 kW por rack en la actualidad.
El mismo informe revela que el 79 % de los profesionales del sector espera que esa cifra continúe creciendo, impulsada por los requerimientos térmicos del cómputo de alto rendimiento (HPC) y la inteligencia artificial. Como respuesta, muchas empresas están implementando tecnologías emergentes como el enfriamiento líquido, la optimización del flujo de aire y sensores inteligentes de nueva generación.
"Combinando aire y líquido de forma selectiva, es posible gestionar mejor las zonas de calor crítico sin una transformación total del centro de datos. Es una opción escalable, más accesible y capaz de responder con flexibilidad al crecimiento impulsado por la IA”, explica Campos.
El contexto va más allá del reto técnico. Los compromisos ambientales y los lineamientos ESG están obligando a las organizaciones a optimizar su consumo energético y reducir su PUE (Power Usage Effectiveness), al tiempo que deben asegurar el funcionamiento continuo de sus operaciones digitales.
En este panorama, el enfriamiento híbrido se consolida como una alternativa viable para equilibrar rendimiento, eficiencia y sostenibilidad. Al adaptar el tipo de enfriamiento según la carga térmica específica, permite un uso más racional de los recursos, reduciendo el consumo de energía y las emisiones sin comprometer la operación.
Este modelo también está en constante evolución: sensores térmicos de alta precisión, algoritmos de control inteligente, materiales de última generación y configuraciones modulares están transformando el modo en que se diseña y opera el sistema térmico de los centros de datos.
Ventajas clave del sistema de enfriamiento híbrido:
- Transición gradual hacia sistemas más eficientes sin detener la operación.
- Reducción de costos energéticos y de mantenimiento.
- Cumplimiento de normativas ambientales con menores emisiones y PUE.
- Escalabilidad para responder al crecimiento acelerado de la IA.
- Mayor resiliencia gracias a la combinación de tecnologías complementarias.
El avance de la inteligencia artificial está marcando un antes y un después en la infraestructura digital. La eficiencia térmica ya no es solo un requisito técnico, sino un factor estratégico. Las decisiones que se tomen hoy en materia de enfriamiento determinarán no solo la capacidad de escalar en el futuro, sino también el compromiso ambiental de las organizaciones.
El enfriamiento híbrido ofrece una vía concreta para responder a la creciente demanda sin caer en soluciones extremas o insostenibles. En un mundo donde cada watt cuenta y cada grado importa, enfriar con inteligencia se vuelve tan crucial como innovar con algoritmos.