Durante y después de la pandemia por la que estamos atravesando, la responsabilidad en la aplicación de las normas de Calidad del Aire Interior será fundamental.
Por Ing. Gabriel Jiménez Álvarez*
La crisis del COVID-19 será para nuestro gremio del HVAC lo que fue el 9/11 para las compañías de seguridad en lo que a retos y oportunidades respecta, con el atenuante de que la afectación por la COVID-19 es en prácticamente todo nuestro mundo.
Nuestro nivel de oportunidad va de la mano con nuestro nivel de responsabilidad y preparación como gremio para que se cumplan los estándares y buenas prácticas de calidad de aire interior (término conocido como CAI en español e IAQ Indoor Air Quality en ingles) desde el diseño, montaje, operación y mantenimiento de los sistemas de aire acondicionado en todas las aplicaciones, e inclusive pensar más allá pues los mínimos que nos piden las normas actuales serán en muchos casos insuficientes ante la nueva realidad, para esto necesitamos profesionales idóneos de las mejores cualidades con la experiencia adecuada para cada proyecto, que tengan el criterio para implementar soluciones mas allá de la solo normatividad, en diseño, montaje y operación de los sistemas.
Todos los que trabajamos en este mercado hemos tenido la oportunidad de conocer la realidad de muchos sistemas en aplicaciones hospitalarias y comerciales y es lamentable decir que buena parte de estos sistemas no cumplen ni las normas actuales de CAI ni mucho menos los nuevos requerimientos para esta nueva era; y en esto como gremio debemos hacer un mea culpa pues somos responsables por acción u omisión, la permisividad ante pobres prácticas en CAI no será aceptable, también es justo decir que muchas de las falencias actuales son producto de presiones financieras donde la CAI era sacrificada para mantener unos costos de CAPEX u OPEX de acuerdo a la situación de cada proyecto, menores niveles de filtración, menor cantidad de aire exterior, no invertir en recuperadores de aire, insuficientes espacios para adecuado mantenimiento de equipos, etc., son algunos de ejemplos de estos “ahorros” que sacrifican calidad de aire.
Estos criterios netamente financieros afectan también la CAI durante la vida útil de los sistemas, pues se deja de invertir en un adecuado mantenimiento, en cambio de filtros, en actualización de equipos ya obsoletos, etc. ¿Y qué decir de la importancia que tomará ahora la trazabilidad y el seguimiento al cumplimiento buenas prácticas para una mínima calidad de aire? Pues todos sabemos que cuando se entregan los proyectos quedan operando bien, pero a los pocos meses la realidad puede ser otra. En mi concepto, si el país y nuestra región lo hacen bien, las normas de CAI actuales y las nuevas que surjan se volverán de obligatorio cumplimiento y seguimiento.
Muchos de nosotros en nuestros países de Latinoamérica en algún momento nos hemos topado con sistemas de aire que atienden sitios públicos e inclusive sistemas hospitalarios con falencias evidentes:
• Tomas de aire exterior cerradas o falta total de estas, persiguiendo una economía energética a costa de la calidad de aire interior y era algo que muchas veces se dejaba pasar, ahora es más claro que estas falencias nos ponen en riesgo a todos, inyectar aire exterior, como saben, es clave para diluir contaminantes, en clima caliente se usa erróneamente esta estrategia como forma de ahorro de energía. En climas como los de Bogotá las aplicaciones también adolecen de baja calidad de aire, pues es frecuente que los sistemas no estén diseñados para condiciones exteriores frías y la gran solución es apagarlos, o se tiene una solución bioclimática que puede ser insuficiente a la nueva realidad.
• Bandejas de condensado con agua posada de manera permanente, recordemos que los serpentines de nuestros sistemas tienen la condición ideal en temperatura, humedad y bajo nivel de luz para el crecimiento de bacterias y hongos y para prolongar la vida de los virus que aquí llegan, esto también es un punto a mejorar.
• Pobres niveles de filtración e inadecuado mantenimiento son algo común, falta de filtros adecuados, baja frecuencia de cambio y hasta ausencia total de filtros.
Para los que no sepan, la importancia de un buen nivel de filtración es ahora mayor en esta nueva era de virus como el COVID-19 con largos tiempos de supervivencia en el aire y en superficies, pues los virus, de acuerdo a los estudios, no sobreviven solos y requieren para transportarse alguna micro partícula en suspensión como un fomite o microgotas de saliva.
Los Filtros Merv 14 hacia arriba son efectivos para atrapar estos medios de transporte y así minimizar el riesgo. Las normas actuales no exigen en la mayoría de aplicaciones filtraciones superiores al Merv 8 lo cual escasamente filtra polvo grueso, considero que esto será uno de los primeros cambios a implementar en lugares públicos, donde se debe implementar una filtración mínima Merv 14, esto en aplicaciones comerciales es poco común, algunos proyectos LEED tienen estos niveles pues da puntos al reconocer que generan una mejor calidad de aire. Esto tendrá un costo que todos deberemos asumir de manera directa o indirecta, los costos de operación subirán, pero no hacerlo generara mayores casos de contagio ante cualquier nuevo virus aerotransportado y en este caso el costo sera en tratamientos y en algunos casos la vida. Como siempre es mejor prevenir que curar.
Los restaurantes también son uno de los gremios que deberán actualizar sus sistemas, un requerimiento importante será independizar el aire de la zona de mesas del aire de la zona de cocción, y en ambas zonas proveer aire adecuadamente filtrado. Actualmente en la mayoría de restaurantes el aire de la zona de mesas llega a la zona de preparación por la succión que generan las campanas de extracción; pocos restaurantes cuentan con los conocidos sistemas de Make-Up (reposición de aire) que en principio fue creado para evitar que en restaurantes con aire acondicionado la campana “robara” el aire acondicionado. Nuestra nueva realidad nos exige que ahora tengamos un sistema de inyección de aire exterior filtrado al área de cocina, separado del sistema en la zona de mesas, pues como ya lo hemos visto en diferentes publicaciones y en las redes sociales, virus como la COVID-19 aerotransporta sobre micro gotas o partículas durante mínimo 10 minutos en el aire o puede ser más tiempo, y de esto se están haciendo diversos estudios.
Hoy día, y desde hace mucho tenemos diversas tecnologías y estrategias para conseguir la calidad de aire en ambientes interiores que requiere la nueva realidad, esto antes era un lujo de pocos proyectos y/o pocas industrias pero considero debe convertirse en un imperativo en cualquier sitio público.
Tecnologías como las lamparas UV en serpentines y purificadores por photocatalisis deben pasar a ser obligatorias en cualquier manejadora de aire que atienda un sitio público como oficinas, supermercados y obviamente clínicas y hospitales. Tecnologías como la photocatalisis que generan un plasma con partículas naturales y ecologías naturales que limpian el aire se vuelven claves, ya que matan todo tipo de virus, bacterias y hongos incluido toda la familia de coronavirus, estos no solo actúan en el serpentín sino en todo el aire que pase por estos elementos, lo cual se conoce como filtración activa, pues actuá no solo en el sitio donde está el elemento purificador o filtro; de esto han empezado a aparecer diversas marcas y es clave usar marcas con el respaldo adecuado para lograr los resultados esperados.
Los colegios y universidades también son edificios donde la aplicación de la normatividad CAI será clave, actualmente muchos de estos en tierra caliente tienen soluciones de equipos tipo mini split, los cuales solo atienden la parte térmica pero dejan mucho que desear en calidad de aire, pues para empezar no hay manejo de aire exterior. Nos acostumbramos a que cuando los niños entran al jardín se van a enfermar, pero esto ya no puede seguir siendo normal; los colegios deben implementar sistemas que cumplan norma de CAI, y además tener como mínimo tecnologías como los purificadores por photocatalisis, y esto en realidad aplica para todos los espacios, restaurantes, bares y discotecas, oficinas, almacenes, o cualquier sitio donde compartamos el aire que respiramos requiere este tipo de elementos u otras tecnologías o estrategias que logren lo equivalente.
El universo de aplicación de estas recomendaciones es en prácticamente todo edificio que conocemos. ¿En dónde no será necesario tener una CAI mínima para las actividades de la vida cotidiana? Es mucho el trabajo que se generará para nuestro gremio, pero del mismo tamaño será la responsabilidad ante el resultado; seremos señalados el día de mañana como héroes o villanos.
Conclusiones
Estamos ante un nuevo mundo donde todos los sitios a los que antes asistíamos desprevenidamente tendrán que generarnos la confianza para volver, así como cambiaron los sistemas y procedimientos de seguridad en aeropuertos después del 9/11, para volver a subirnos con confianza a un avión...así deben cambiar nuestros parámetros para CAI, para así volver a entrar a los espacios interiores que compartimos.
Pero ojos que no ven corazón que no siente. La mayoría de usuarios no conocen cómo son los sistemas de aire de un edificio, escasamente ven las rejillas o los equipos interiores. Es nuestra responsabilidad ser los ojos en el mundo actual para que el mundo tenga la sensibilidad de la importancia en la calidad del aire en ambientes interiores, somos parte clave para que el publico vuelva con confianza a los distintos ambientes interiores; es nuestro deber actuar como gremio y divulgarle a nuestros clientes las buenas prácticas de CAI, invitarlos y ayudarlos a actualizar y a mejorar sus sistemas para el presente y para el futuro; hoy como nunca es evidente como todos estamos conectados: como cuidar del otro es cuidarme a mi mismo.
Tenemos la gran oportunidad de dar a conocer al mundo la importancia que tienen nuestros sistemas para esta nueva era, donde la CAI será un imperativo, porque así como los aeropuertos cambiaron para siempre después del 9/11, nuestro mundo nunca será igual después del Covid-19. Nuestro planeta tampoco puede darse el lujo de volver a detenerse como está sucediendo actualmente; tenemos las tecnologías y el conocimiento para generar ambientes interiores más seguros ante una nueva amenaza, lo cual, combinado con nuevas reglas de convivencia, nos permitirá seguir viviendo una vida parecida a la que teníamos anteriormente.
* Ing. Gabriel Jiménez Álvarez. Aciem escalafon 1. ASHRAE CHD HFDP HBDP. Socio fundador de HVAC Consulting S.A.S.
Correo electrónico: [email protected]
Deje su comentario